CONTENIDOS de la Unidad 6
PRESENTACIÓN de la Unidad 6
QUIZ de la Unidad 6
KAHOOT de la Unidad 6
EXAMEN de la Unidad 6
- Los conquistadores de América.
- La vuelta al mundo de Magallanes y Elcano.
- Definición de virreinato.
- El mercantilismo y sus características.
- El sistema de CONSEJOS y los SECRETARIOS de Estado.
- La "revolución de los precios".
- La importancia de la "limpieza de sangre" en el s. XVI.
- Las finanzas en el reinado de Felipe II (bancarrotas).
- Los conflictos en la época de Carlos I: comuneros en Castilla, germanías en Aragón.
- El concilio de Trento y sus objetivos.
- Los mapas de los territorios de Carlos I y Felipe II.
- Las consecuencias de la rebelión de las Alpujarras (Felipe II).
- La política exterior de Felipe II:
- Consecuencias de la Batalla de Lepanto.
- Consecuencias de la rebelión de los Países Bajos.
- Consecuencias de la expedición marítima de la Gran Armada.
CONTENIDOS DEL TEMA:
LA HERENCIA DE
CARLOS I
Como resultado
de la política matrimonial de los Reyes Católicos, su nieto Carlos, hijo de
Juana la Loca y Felipe el Hermoso, heredó una gran cantidad de
territorios en toda Europa, correspondientes a:
✔ Las Coronas de Castilla
y Aragón (por parte de su madre),
que incluían los territorios americanos de Castilla.
✔ Borgoña y Austria (por
parte de su padre).
Además, en 1520
fue elegido Emperador del Sacro Imperio
Germánico por los príncipes alemanes que lo formaban.
LAS REVUELTAS DE
LOS COMUNEROS Y LAS GERMANÍAS
Castilla era el
territorio más importante y rico del Imperio de Carlos I. Sin embargo, cuando
el Emperador llegó a Castilla, comenzó a nombrar a extranjeros para los
altos cargos políticos y administrativos. Además, parecía más preocupado en los
asuntos de Europa que en los de la península y ni siquiera podía hablar
correctamente la lengua castellana. Por todas esas razones, en las principales
ciudades de Castilla aparecieron unos grupos de ciudadanos, llamados “comunas”.
Estos ciudadanos, o comuneros,
exigían una rectificación en las políticas del rey y lograron la ayuda
de la población. Pero fueron derrotados finalmente por las tropas reales en la
batalla de Villalar (1521).
Al mismo tiempo,
en Valencia y otros territorios de la Corona de Aragón, se producía la sublevación
de las Germanías. Las germanías eran
grupos de defensa (una especie de “policía” medieval, como la Santa Hermandad
en Castilla), formada en Valencia contra los ataques de los piratas musulmanes
llamados “berberiscos”. Pero después de su creación, las germanías comenzaron a
luchar contra los nobles de Valencia, y terminaron, como con los comuneros, derrotados
por la alianza entre el rey y la nobleza.
CARLOS I Y EL
IMPERIO TURCO
El Imperio Turco u Otomano se expandió en el s. XVI por el Mediterráneo, y constituyó una amenaza para la seguridad de los reinos cristianos de Europa. Carlos I tuvo el papel de defensor de la Cristiandad, por ser el monarca europeo más poderoso de su época. Su idea era formar una Universitas Christiana, palabra en latín que describía el proyecto de crear un nuevo imperio como Roma, para gobernar la cristiandad mundial como una unidad política.
En la lucha
contra los otomanos, Carlos I tuvo resultados positivos y negativos, ya que
conquistó algunas plazas militares del Mediterráneo, pero también perdió otras.
En estos resultados influyó la actitud del rey de Francia, Francisco I, que era
el mayor adversario de Carlos I en Europa. Para oponerse al poder de
Carlos, Francisco I llegó a apoyar militarmente a los otomanos, lo que causó
una gran conmoción en otros países cristianos de Europa.
REFORMA Y
CONTRARREFORMA
El inicio del
reinado de Carlos I coincidió con la publicación de las 95 tesis de Martín
Lutero, que dieron lugar a la reforma
protestante dentro del cristianismo. El protestantismo tuvo un gran arraigo
en Alemania, y Carlos, como Emperador de los territorios alemanes, se enfrentó
a los príncipes protestantes y los derrotó en la batalla de Mühlberg (1547).
Sin embargo, el rey de Francia (el “archienemigo” de Carlos I, como hemos
visto) ayudó a los príncipes alemanes, y finalmente Carlos I tuvo que reconocer
la existencia de las dos religiones (protestante y católica) en su Imperio,
mediante la Paz de Augsburgo (1555).
Al mismo tiempo,
el monarca español intentó pactar para resolver las disputas religiosas, y fue
el principal promotor del Concilio
de Trento, con el que quería terminar el conflicto religioso con los
protestantes y dedicarse a combatir a los otomanos en el Mediterráneo con todas
las fuerzas cristianas de Europa. Sin embargo, el Concilio tardó demasiados
años en comenzar a celebrarse, sobre todo por las oposiciones de otros
monarcas, como el rey de Francia, y finalmente fracasó en su intento.
Al menos, el
Concilio de Trento sirvió para fijar la doctrina católica y organizar la
llamada Contrarreforma, como
respuesta ante la Reforma protestante.
6.2. FELIPE II
LA MONARQUÍA
HISPÁNICA DE FELIPE II
Felipe II llegó
al trono en 1556 a la muerte de su padre, Carlos I, y reinó hasta el final del
s. XVI (1598). Aunque Felipe II perdió los territorios europeos de los
Habsburgo, y no fue elegido Emperador en Alemania, sus dominios fueron mucho
más extensos que los de su padre, ya que heredó la Corona de Portugal en 1580. Así, fue el monarca más poderoso de su
tiempo, con un Imperio mundial en el que “nunca se ponía el sol”.
Sin embargo,
mantener un imperio de estas características no era barato. En varias
ocasiones, el rey tuvo que declarar la bancarrota
del Estado, ya que era incapaz de devolver las enormes sumas de dinero que los
principales banqueros europeos de la época le prestaban para desarrollar sus
guerras en Europa.
LA “LEYENDA
NEGRA”
Desde algunos
sectores, se acusó a Felipe II de ser un rey autoritario e intolerante en la
defensa del catolicismo, que usó la Inquisición Española como instrumento de
persecución de sus enemigos políticos. Además, existieron numerosos relatos
en la época sobre su carácter cruel, que le acusan incluso de asesinar a
su hijo y su esposa. En este sentido, numerosos historiadores han descubierto nuevos datos que contradicen radicalmente muchas de estas
historias. Así, podemos hablar de una “Leyenda Negra Española”, es decir, propaganda difundida no solo
contra Felipe II sino contra el imperio español en general desde otros
imperios rivales, como el holandés o el británico. Curiosamente, si miramos lo
que pasaba en esas monarquías europeas de esa época, podemos ver algunos
ejemplos muy “negros” también, pero menos conocidos...
LA REBELIÓN DE
LAS ALPUJARRAS
Desde la
conversión forzosa de los musulmanes en 1502 por los Reyes Católicos, los
moriscos habían sufrido las presiones de la comunidad cristiana. En Granada,
donde los moriscos eran más de la mitad de la población, organizaron una revuelta de las Alpujarras en 1568, que
no tuvo mucho arraigo en la ciudad, pero sí en la sierra de las Alpujarras. Esta
revuelta duró dos años, y finalmente fue sofocada. Los moriscos fueron
entonces expulsados de Granada y obligados a dispersarse por toda
Castilla.
LA BATALLA DE
LEPANTO
La amenaza de
los turcos continuaba desde la época de Carlos I. Con Felipe II, España
organizó con Venecia y el Papado la Liga Santa en 1570, que se enfrentó a los
otomanos y los vencieron en la batalla
de Lepanto (1571). Esta victoria no terminó con la amenaza turca, pero al
menos sí significó el punto álgido de su poder. A partir de ese momento,
comenzó su lenta decadencia.
LA REBELIÓN DE
LOS PAÍSES BAJOS
Los Países Bajos
se dividían en 17 provincias que correspondían al Ducado de Borgoña, recibido
por Carlos I de su padre, Felipe el Hermoso. El calvinismo tenía bastante
fuerza en algunas partes, y se organizaron revueltas para destruir imágenes
religiosas. Felipe II respondió con una dura represión contra los responsables.
En consecuencia, Holanda y otras provincias del Norte se proclamaron
independientes bajo el nombre de Provincias Unidas, apoyando a Guillermo de
Orange. El conflicto se convirtió en una guerra, conocida como la Guerra de los
80 años, y terminó con la independencia definitiva de las Provincias Unidas en
el s. XVII.
LA “ARMADA
INVENCIBLE”
Felipe II había
sido el rey consorte de Inglaterra, ya que había estado casado con la
reina católica María Tudor. Cuando esta murió, y llegó al trono inglés la
protestante Isabel I, comenzaron los conflictos con España. Isabel I ayudaba a
las Provincias Unidas en su guerra contra España. Además, estaba organizando
cada vez más ataques piratas sobre los barcos españoles que comerciaban con
América. Como Isabel sabía que se preparaba un ataque contra ella, envió al
pirata Francis Drake a atacar Cádiz en 1587. Drake destruyó algunos barcos
españoles y esto obligó a posponer el ataque varios meses.
Finalmente, en
1588 Felipe II envió una de las mayores flotas de la Historia, conocida como la Gran Armada, para invadir Inglaterra
y deponer a Isabel I. Pero la expedición fracasó por varias razones, con graves
consecuencias para la flota española. Los británicos, con su sarcasmo habitual,
llaman a este episodio la “Armada Invencible”
...
Pero aunque la propaganda inglesa nos hace
pensar que toda la flota española fue destruida en esta expedición, solo se
perdió una parte de los barcos: el resto estaba preparado para defender, un año
después (1589), las costas españolas de un nuevo ataque inglés. En esa ocasión,
destaca en La Coruña la figura épica de María Pita, que, después de matar con
sus manos a un oficial británico, tomó su bandera y lideró a los coruñeses
contra las tropas inglesas.
6.3. LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI
LOS CONSEJOS
MINISTERIALES
Los Reyes
Católicos habían creado el Consejo Real y algunos consejos para asuntos
específicos (de Inquisición, de Órdenes, de Aragón). En la época de Carlos I,
existía por primera vez un enorme imperio, compuesto por territorios muy diferentes.
Por eso, fue necesario desarrollar aún más este sistema y crear nuevas
instituciones, especializadas en cuestiones más específicas y concretas.
Así, durante los reinados de Carlos I y de Felipe II se desarrolló un verdadero sistema de consejos ministeriales, que consiste en un gobierno mediante muchos sínodos (consejos). Por eso también se conoce como sistema “polisinodial”. Aquí podemos ver algunos ejemplos:
- Consejo de Estado: se ocupaba de los asuntos más importantes para el Imperio.
- Consejos territoriales: de Castilla, de Aragón, Indias, Italia, Flandes, Portugal.
- Consejos técnicos: de Inquisición, de Órdenes Militares, de Hacienda, de Guerra.
Además, dentro
de este sistema tuvieron una gran importancia los secretarios de cada consejo, que actuaban como conexión entre el
monarca y los miembros del consejo.
LA “REVOLUCIÓN
DE LOS PRECIOS”
El s. XVI supuso
una época de expansión económica, por el aumento de población, que provocó el
aumento del consumo de bienes, y, especialmente, por la llegada de metales
preciosos de América, oro y (sobre todo) plata. Sin embargo, estas condiciones
crearon una subida muy fuerte de los precios, no solo en España sino también en
toda Europa, que se conoce como la “Revolución
de los precios”. El proceso empieza con la llegada de metales preciosos
desde América a Sevilla, y desde Sevilla a toda Europa. Con esos metales se
acuñan monedas, y el aumento de la cantidad de monedas (masa monetaria) provocó
una inflación enorme, es decir que los precios aumentaron sin parar
durante todo el s. XVI.
Además, en el
contexto del comercio con las colonias y la llegada de metales, se desarrolla
una nueva teoría sobre la economía, que se conoce como mercantilismo. Se consideraba que la riqueza de un Estado depende
de la cantidad de metales preciosos que tiene. Por lo tanto, cada Estado debía
intentar:
✔ Explotar lo máximo posible las minas que el país pueda
tener o controlar.
✔ Practicar la piratería para obtener riquezas de barcos de
otras naciones.
✔ Favorecer un sistema mercantil de exportaciones, y reducir
las importaciones (con impuestos, por ejemplo).
LA SOCIEDAD DEL
S. XVI
En la sociedad
española del s. XVI se va perfilando la imagen del hidalgo que quedó inmortalizada en Don Quijote. Los hidalgos eran
miembros de la baja nobleza, y en la época medieval, tenían un papel activo en
la sociedad, al servicio del rey o de un noble superior. Ahora, comienzan a
perder relevancia militar y administrativa, y se convierten en un grupo social
improductivo, que vive sin trabajar pero conserva sus privilegios. Aunque hay
que recordar que este grupo fue muy diverso y “había un poco de todo” ...
Una de las
cuestiones más importantes en la sociedad de esta época, después de la
prohibición del judaísmo y el islam en España, fue la llamada “limpieza de sangre”. Para ocupar
algunos cargos y puestos en instituciones era necesario demostrar que se era “cristiano viejo”. Así, la sociedad
estamental se dividió en una especie de “castas”, y algunas actividades como el
comercio fueron repudiadas por ser propias de judíos o conversos.
6.4.
HISPANOAMÉRICA EN EL SIGLO XVI
LA VUELTA AL
MUNDO DE MAGALLANES Y ELCANO
A partir del
descubrimiento de América (1492), ahora que se sabía que la Tierra era
definitivamente redonda, Carlos I pretendía completar el proyecto inicial de
Colón (alcanzar la India por la ruta occidental). Para eso, era necesario
encontrar un paso entre el Océano Atlántico y el Pacífico. Así, el marino
portugués Fernando de Magallanes
comenzó su viaje en 1519, y llegó a encontrar un paso al sur de América
(Estrecho de Magallanes).
Después de
muchas dificultades, y de la muerte de Magallanes en Filipinas, el español Juan Sebastián Elcano tomó su lugar y
llegó a la India. Después, continuó hacia España, completando así la primera
vuelta al mundo de la Historia en 1522. Sin embargo, el proyecto de Carlos I de
comerciar con Asia no pareció viable económicamente, y las tierras descubiertas
(Islas Molucas) fueron vendidas por Carlos al rey portugués.
LA CONQUISTA DE
AMÉRICA
Durante la misma
época, se estaba descubriendo y explorando el continente americano. Entre las
numerosas campañas que se emprendieron, destacaron las conquistas de los dos
grandes imperios americanos:
- El Imperio Mexica de México, conquistado por Hernán Cortés en 1521.
- El Imperio
Inca de Perú, explorado y conquistado por Francisco Pizarro y
por Almagro en 1533.
LA
ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL DE LAS COLONIAS AMERICANAS
Los territorios de
América fueron incorporados a la Corona de Castilla, pero por sus
peculiaridades y la enorme distancia respecto a la metrópoli, las instituciones
americanas adquirieron algunas características propias. De todas las divisiones
administrativas, la superior y más importante era el virreinato. Desde las capitulaciones de Santa Fe, en teoría el
título de virrey correspondía a Colón y a sus herederos. Pero Colón fue
apartado rápidamente del gobierno de América, y después de su muerte, su nieto
renunció a ser virrey después de negociar con la Corona.
Así, cuando Carlos
I ya podía administrar América directamente, se crearon dos virreinatos:
1) El Virreinato de Nueva España (1535), con capital en
México.
2)
El Virreinato del Perú
(1544), con capital en Lima.
En cada
virreinato, el monarca nombraba un virrey temporalmente, y después de su tiempo
de servicio tenía que volver a Castilla para pasar un juicio de residencia, donde
tenía que responder de sus decisiones como virrey. Así, el rey se aseguraba de
que los virreyes no formaran un gran poder personal en sus territorios (para
evitar que los virreyes se convirtieran en “reyes” independientes).
EL MESTIZAJE
Mientras que otros
imperios, como el británico o el holandés, existieron como simples colonias
donde la población local era esclavizada generalmente, la
situación en el imperio español se desarrolló de una forma particular. El
pensamiento de la Escuela de Salamanca estableció la necesidad de que los
indígenas fuesen considerados como súbditos del rey con la misma consideración
que cualquier súbdito de los territorios peninsulares, e incluso en las instituciones políticas locales se
contaba con la representación de los caciques o jefes de las tribus de cada
región.
De forma
similar, la América hispana se caracterizó por el alto grado de mestizaje, es decir, de mezcla entre
poblaciones de diferentes orígenes: principalmente indígenas, españoles peninsulares y también esclavos africanos en ciertos lugares. Así, Hispanoamérica es hoy un continente
con un enorme grado de diversidad genética debido a este proceso, que ha dado
lugar a los mestizos (mezcla de blanco e indígena), mulatos (mezcla de blanco y
negro) y zambos (mezcla de negro e indígena), entre otras muchas variedades que
se produjeron a lo largo de los siglos.

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