UNIDAD 3: AL-ÁNDALUS




CLASES EN VÍDEO:

CONTENIDOS

PRESENTACIÓN de la Unidad 3



KAHOOT de la Unidad 3

EXAMEN de la Unidad 3
  • Reconocer el mapa de la conquista musulmana de Al-Ándalus y explicar en qué momento comenzó.
  • Explicar las 2 formas de conquista y ocupación que emplearon los musulmanes.
  • Conocer las partes de la ciudad andalusí y su función.
  • Conocer los diferentes grupos de la sociedad andalusí.
  • Reconocer las imágenes de las principales obras de arquitectura de la España andalusí.
  • Relacionar conceptos y personajes:
    • Almohades
    • Tarik
    • Almanzor
    • Califa
    • Abderramán I
    • Navas de Tolosa
    • Almorávides
    • Parias
    • Taifa
    • Abderramán III
    • Omeyas

 

CONTENIDOS DEL TEMA:

3.1. LA OCUPACIÓN MUSULMANA DE LA PENÍNSULA

LA BATALLA DE GUADALETE

En el s. VIII, el reino visigodo de Toledo tenía grandes problemas, por las luchas de poder entre los candidatos al trono. Cuando el rey Witiza murió, empezó una guerra civil entre su hijo, Agila, y el aristócrata Roderico. Agila pidió la ayuda de los musulmanes, que en ese momento ya habían conquistado el norte de África.

El gobernador musulmán del norte de África, llamado Musa, pensó en expandir sus territorios por la Península. En el año 711, envió a Tarik, que llevó a sus hombres a Gibraltar (Gabal Tariq, “monte de Tarik“). El enfrentamiento entre los musulmanes y los visigodos ocurrió en la batalla de Guadalete (711), donde los musulmanes derrotaron al ejército de Roderico. Ese fue el fin del reino visigodo y el inicio del dominio musulmán de la península, conocida por ellos como Al-Ándalus.

LA CONQUISTA DE AL-ÁNDALUS

En poco tiempo (712-714), se consumó la conquista de casi toda la Península. Fue un paseo militar, con muy poca resistencia, ya que la población no estaba interesada en defender la monarquía visigoda.

Un factor importante de la rápida expansión del islam fue el respeto por las otras religiones “del libro, es decir, el cristianismo y el judaísmo, ya que el islam está basado en la Biblia también.

Para ocupar la Península, los musulmanes utilizaron dos sistemas, según la actitud de cada ciudad:

ü  Rendición incondicional: si una ciudad resistía y luchaba contra los musulmanes, y era conquistada, la destruían.

ü  Capitulación (o “rendición pactada”): las ciudades que cooperaban con los musulmanes podían continuar viviendo como antes, y solo tenían que pagar sus tributos o impuestos a los nuevos dominadores (antes pagaban a los visigodos, ahora pagan a los musulmanes). Este fue el proceso más frecuente en la conquista de la península.

 

3.2. EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA

EL EMIRATO INDEPENDIENTE DE CÓRDOBA

Después de la conquista, Al-Ándalus era un territorio gobernado por el califa de Damasco, de la familia de los Omeyas. Las luchas entre clanes de la familia provocaron, en 750, que la familia de los Abasís llegara al poder, y que ejecutaran a casi todas las personas de la familia Omeya. Un Omeya que sobrevivió fue Abd al-Rahmán I (también podemos llamarle “Abderramán I”). Escapó de Damasco, llegó a Al-Ándalus y se refugió en Córdoba. En poco tiempo, se hizo emir de Córdoba. Así empezó el Emirato independiente de Córdoba (ahora el emir de Córdoba ya no depende del califa de Damasco, porque como hemos visto es de la familia enemiga Abasí, enemiga de la familia Omeya).

EL CALIFATO DE CÓRDOBA

En el año 929, el emir de Córdoba Abd al-Rahmán III, después de algunos éxitos militares, y en un momento de debilidad del imperio islámico, se autoproclamó califa, es decir, no solo el dirigente político sino también el líder religioso de los musulmanes de la Península, con lo que comenzó el Califato de Córdoba, que duró hasta 1031.

Abu Amir, llamado Almanzor (al-Mansur, “el victorioso”), fue el primer ministro del califa Hisham II y realizó numerosas campañas militares de saqueo contra los territorios cristianos del Norte. Almanzor destruyó las principales ciudades: Barcelona, León, Santiago, etc. En Santiago, llegó en el año 999, destruyó la iglesia y se llevó las campanas a Córdoba, para usarlas como lámparas en la mezquita de Córdoba. Un par de años después, los cristianos las recuperaron y las llevaron de nuevo a Santiago. Actualmente podemos contemplar en Santiago la campana “Berenguela”, que se hizo en el s. XVIII con el metal de las campanas robadas por Almanzor 800 años antes.

 

3.3. LOS REINOS DE TAIFAS Y LOS IMPERIOS NORTEAFRICANOS

LOS REINOS DE TAIFAS

Después de la muerte de Almanzor en 1002, empezó una larga guerra civil que terminó en 1031 con la desaparición del Califato de Córdoba. El territorio se dividió en pequeños reinos independientes, llamados taifas.

Las taifas estaban constantemente luchando entre ellas, y a veces pedían ayuda a los reinos cristianos del norte. Por esta ayuda, las taifas tenían que pagar a los cristianos un tributo o dinero, conocido como las parias. En este momento (s. XI), podemos decir que hay un cambio en los reinos de la península. Los cristianos del Norte, que antes estaban dominados por los musulmanes, ahora son los “dominadores” de la situación.

EL IMPERIO ALMORÁVIDE Y EL IMPERIO ALMOHADE

En 1085, el rey cristiano Alfonso VI de Castilla conquistó la ciudad de Toledo. El resto de las taifas de Al-Ándalus, en esta situación, pidieron ayuda militar a los almorávides, unos musulmanes que dominaban el norte de África. En 1086, los almorávides llegaron a la península y las taifas empezaron a depender del Imperio Almorávide, con capital en Marrakech (Marruecos). Los almorávides ayudaron de esa manera a resistir las conquistas cristianas. En 1147, llegaron a la península los almohades, después de conquistar el imperio almorávide. De esa manera, el imperio almohade controló la península durante el resto del s. XII y los cristianos no pudieron continuar dominando la situación.

EL REINO NAZARÍ DE GRANADA

Cuando empezó el s. XIII, los cristianos de la península y de otros reinos de Europa se unieron contra los almohades. En la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en el Sur de la península, los cristianos vencieron. Con esta batalla, los territorios musulmanes de la península empezaron a desaparecer.

Así, a finales del siglo XIII, toda la península era ya cristiana, excepto el reino nazarí de Granada, en el Sur, que duraría hasta 1492. En esa época los nazaríes construyeron uno de los monumentos más importantes de la historia de Al-Ándalus, la Alhambra de Granada.

 

3.4. EL MUNDO ANDALUSÍ

El mundo andalusí es un mundo urbano. Las ciudades recuperan su importancia después de la crisis del Imperio romano (recordemos que a partir del s. III había una ruralización o abandono de las ciudades, para vivir en las villae en el campo). La ciudad de Córdoba en la época musulmana llegó a tener 100.000 habitantes, es decir que era una de las ciudades más importantes del mundo en ese tiempo.

La ciudad musulmana poseía un núcleo amurallado, llamado medina, donde se encontraban los edificios más importantes, como la mezquita, el alcázar o fortaleza militar y el zoco o mercado. En la periferia estaban los arrabales, barrios donde vivían grupos como los bereberes, judíos, mozárabes… No existía el gobierno municipal. Para mantener la ley había unos jueces privados, llamados cadíes (de ahí viene la palabra “alcalde”, que es el “presidente” de una ciudad en España).

La sociedad en Al-Ándalus estaba formada por una gran variedad de grupos étnicos y religiosos que mantenían su personalidad diferenciada. Entre los musulmanes existían:

  • Árabes: la minoría que tenía el poder político. Estaba dividida en clanes o grupos familiares.
  • Bereberes: grupo mayoritario de los musulmanes. Vienen del norte de África. 
  • Muladíes: habitantes de la península que se convertían al islam.
  • Eslavos: vienen de Europa Central (son los “Słowianie”, que hablaban lenguas como el polaco), y llegaban al mundo islámico como esclavos. (De hecho, la palabra “esclavo” viene de la palabra “eslavo”)

Entre los no musulmanes, se encontraban los siguientes grupos:

  • Judíos: minoría urbana dedicada al comercio y la artesanía.
  • Mozárabes: cristianos que vivían en el territorio de Al-Ándalus, y no se convertían al islam.

 

3.5. EL ARTE ANDALUSÍ

LA MEZQUITA DE CÓRDOBA

La mezquita de Córdoba se construyó sobre la antigua basílica visigoda de San Vicente. Presenta las partes típicas de todas las mezquitas:

·         Un patio al aire libre (sahn), con una fuente que se usaba para lavarse las manos antes de entrar.

·         Una sala de oración (haram), con arcos polilobulados.

·         La qibla o muro hacia donde miran las personas que practican la oración. Este muro normalmente mira a la ciudad de La Meca, pero en el caso de la mezquita de Córdoba la qibla está orientada al sur. Esto se hizo así para imitar la mezquita de Damasco (en Damasco es normal que mire al Sur, porque La Meca está al Sur de Damasco; pero en Córdoba no es así).

EL ARTE ALMOHADE

Los almohades realizaron dos obras de arquitectura de gran importancia en Sevilla. La primera es la Torre del Oro, que se hizo para defender la entrada de la ciudad de Sevilla por el río Guadalquivir. La segunda obra almohade es la Giralda, que era la torre (o “minarete”) de la mezquita de Sevilla. Esa mezquita no existe actualmente, solo queda en ese lugar la catedral cristiana. La torre musulmana se transformó en el campanario de la catedral, y todavía podemos ver en ella la sebka, una decoración de rombos que típica del arte almohade.

LA ALHAMBRA DE GRANADA

El palacio de la Alhambra es el palacio islámico mejor conservado de la península. Sus estructuras son pobres, pero están cubiertas por una fantástica decoración, con formas vegetales, geométricas y epigráficas (letras árabes, que representan poemas y otros textos). Un buen ejemplo de la decoración de la Alhambra son los mocárabes, que recuerdan las estalactitas de una cueva.

La Alhambra, en realidad, son dos palacios unidos: uno en torno al Patio de Los arrayanes, que era más oficial; y el otro en torno al Patio de los Leones, más privado, donde el sultán, su familia y los aristócratas del reino tenían sus habitaciones personales. Cerca de la Alhambra está el palacio del Generalife, donde el sultán y el resto de la corte vivía durante el verano.


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