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KAHOOT
EXAMEN:
- Identificar las áreas de la península antes de la conquista romana, explicar sus características y conocer sus manifestaciones culturales más importantes
- Explicar en qué consistió la "romanización" y sus características
- Enumerar las provincias romanas de Hispania creadas con la conquista
- Enumerar y describir las provincias creadas por Augusto en el año 27 a. C.
- Conocer qué guerra sirvió para la entrada de los romanos en Hispania
- Conceptos para relacionar
- Viriato
- Fenicios
- Numancia
- Griegos
- Cartagineses
- Gádir (Cádiz)
- Factorías
- Ampurias
- Sagunto
- Aníbal
Construcción del dolmen de Menga:
Llamamos Prehistoria al período anterior
a la escritura, que en la península ibérica se puede dividir en:
1. Paleolítico: comienza hace más de un millón de años y termina hacia
el 6000 a. C.
2. Neolítico: del 6000 a.C. al 3000 a.C.
3. Edad de los Metales:
- Edad del Cobre: 3000 a. C. - 2000 a. C.
- Edad del Bronce: 2000 a. C. - 1000 a. C.
- Edad del Hierro: desde el 1000 a. C.
EL ARTE PREHISTÓRICO PENINSULAR
Se llama arte rupestre a las
pinturas que los hombres del Paleolítico (hace más de 6000 años) realizaban en
las paredes de las cuevas. Dentro de todas las variedades que presenta el arte
rupestre, encontramos dos grandes tendencias: el estilo cantábrico y el estilo
levantino.
El estilo cantábrico, propio
del norte de la península, es más realista, emplea diversos colores y suele
representar animales. El ejemplo más conocido se encuentra en la cueva de Altamira, en Cantabria.
El estilo
levantino, propio de la zona de
Levante (el Este), es totalmente diferente: es esquemático, monocromático y
representa escenas complejas donde aparecen figuras humanas y animales.
Durante el Neolítico se
desarrolla la cerámica, y aquí aparecen diferentes tipos, entre los que destaca
la cerámica cardial, llamada así por sus dibujos, que se
realizaban con conchas del molusco cardium edule.
Al
final del Neolítico, y durante la transición hacia la Edad de los Metales, se
desarrollan los megalitos, grandes construcciones de piedra, realizadas
por grupos numerosos y cada vez más organizados. Un ejemplo es el dolmen de
Menga, en Almería.
1.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS
A partir de la Edad del Hierro (desde el año
1000 a. C.), y hasta la conquista romana, aparecen algunos pueblos en la
península:
En el área ibérica, situada en el sur y el este de la península, el
pueblo más importante eran los iberos, influidos por la presencia de los
griegos y los fenicios.
·
Su economía era rica, y ya conocían la moneda.
·
La sociedad se dividía en grupos en función de
su riqueza.
· En el arte ibero, destacan las llamadas “damas
íberas”, como la Dama de Elche.
Se encontraba también en esta área
el desconocido reino de Tartessos, en el sur de la península, y
gobernado por el mítico rey Argantonio. En la actualidad, se considera que el llamado
Tesoro de El Carambolo, encontrado cerca de Sevilla, pudo pertenecer a la
cultura de Tartessos.
El área celta, localizada en
el centro, oeste y norte peninsular, no tenía contacto con los griegos ni los
fenicios, y por eso estaba menos desarrollada en su economía y en su cultura.
Uno de los restos más importantes son los llamados “Toros de Guisando”,
en la provincia de Ávila.
Los pueblos del noroeste de la península eran los menos desarrollados,
porque vivían separados por grandes montañas. Pertenecían a la llamada Cultura
Castreña, llamada así porque vivían en “castros”, que eran lugares
altos, fortificados con murallas y fosos.
Además de los castros, la cultura castreña
tiene objetos característicos como la torques, una especie de collar que
usaban las personas más importantes.
1.3. LOS PUEBLOS COLONIZADORES DE
LA PENÍNSULA
Los colonizadores fenicios y griegos llegaron a la península Ibérica
atraídos por su oro, plata y cobre.
Los fenicios, pueblo mercantil muy desarrollado, crearon unas
colonias comerciales, llamados factorías, por todo el sur del
Mediterráneo. La colonia más antigua que fundaron en la península fue Gadir
(la actual Cádiz), que se considera la ciudad más antigua de la Europa
occidental.
Cierto tiempo después llegaron los griegos por el Norte del
Mediterráneo. En la costa de Cataluña fundaron colonias como Rhode (Rosas) y
Emporion (Ampurias, fundada hacia el 600 a. de C.).
Los griegos como
los fenicios fundaron sus colonias para comerciar con los nativos,
especialmente con el reino de Tartessos, que se encontraba en el sur de la
península.
En el siglo VI a. C., los fenicios desaparecieron. En su lugar,
aparecieron los cartaginenses, que venían de Cartago, en el Norte de
África. Cartago era también una colonia fenicia, así que la cultura
cartaginense era muy similar a la cultura fenicia. Pero la diferencia es que
los cartaginenses no solo querían comerciar con la península, también querían
conquistar y ocupar el territorio interior militarmente. En la misma época,
Roma hacía sus primeras conquistas en Italia, y así, en el s. III a.C., empezó
la guerra definitiva entre Cartago y Roma. Cartaginenses y romanos lucharon en
varios territorios, y uno de ellos fue la península ibérica...
(continuará)
1.4. LA CONQUISTA ROMANA DE
HISPANIA
LA SEGUNDA GUERRA PÚNICA
Hubo varias guerras entre los romanos y
los cartaginenses, que se llamaron guerras púnicas. La segunda guerra púnica
se desarrolló en la península ibérica (y otros lugares) entre los años 218 y
201 a. C.
Los cartagineses dominaban algunas partes del sur de la península. Una
ciudad, Sagunto (cerca de Valencia actualmente) era aliada de Roma, es
decir, los romanos protegían esta ciudad. De esa manera, cuando Aníbal
(un militar muy importante de Cartago) atacó esta ciudad, Roma declaró la
guerra a Cartago.
Roma ganó la guerra y se quedó permanentemente en la costa mediterránea
de la península. Formó dos provincias: Hispania Citerior e Hispania Ulterior. Progresivamente,
los romanos dominaron el resto de la península.
Durante la conquista de la península, los romanos encontraron dos grandes
obstáculos: los pueblos del sur (lusitanos y otros pueblos), dirigidos por un
guerrero llamado Viriato; y los pueblos del norte (celtíberos), que
resistieron 20 años en la ciudad de Numancia (en la actual Soria). Por
eso, cuando alguien puede resistir a circunstancias muy difíciles, decimos en
español que tiene una “resistencia numantina”.
LA ROMANIZACION
La romanización es la asimilación de la cultura y las
formas de vida romanas en los territorios conquistados. No fue igual en todas
las partes de la península:
·
En el área ibérica (sur y levante), que
estaba más civilizada antes de la llegada de los romanos, la romanización fue
mucho más fácil y rápida (ya vivían en ciudades, usaban la moneda, etc.).
·
En el centro y oeste la romanización fue, en
general, más lenta, con bastantes diferencias en cada región.
·
En el norte, donde había menos civilización, y
donde los romanos tardaron más tiempo en llegar, la romanización fue muy lenta
y no se completó totalmente.
En cualquier caso, los romanos utilizaron en todas partes los mismos
medios para romanizar los territorios:
·
Urbanización: creación de ciudades similares
a Roma, en todos los territorios conquistados.
·
Ejército: los habitantes de la península
fueron reclutados como tropas en el ejército romano. Así, tuvieron
contacto con los romanos y aprendieron su forma de vida.
·
Colonias: los soldados veteranos romanos,
después de luchar en el ejército, recibían algunas colonias para vivir el resto
de su vida. Estas colonias también ayudaron a desarrollar la cultura romana en
la península.
·
Ciudadanía: las ciudades hispanas podían recibir
la categoría de “civitas”, y de esa forma los habitantes se convertían en
ciudadanos romanos, con algunos privilegios económicos, políticos, etc.
1.5. LA ADMINISTRACIÓN ROMANA DE
HISPANIA
Como hemos visto, cuando los romanos llegaron a la península crearon dos provincias:
la Ulterior, al sur, y la Citerior, al norte. El límite entre una
y otras estaba al sur de Cartagena. Además, durante la conquista de la
península estas provincias se hicieron cada vez más grandes.
Cuando casi toda la Península estaba ya conquistada, la reforma
administrativa de Augusto (27 a. de C.) estableció dos tipos de provincias en
todo el Imperio, según su grado de adaptación a Roma:
· Provincias imperiales: administradas por el
Emperador. Era necesario tener tropas para mantener la paz, porque la conquista
de estos territorios era reciente y había resistencia militar contra los
romanos.
· Provincias senatoriales: territorios totalmente
pacificados, controlados directamente por el Senado de Roma.
Como resultado de esta reforma, Hispania fue dividida en tres provincias,
dos imperiales y una senatorial:
A.
Tarraconensis: provincia imperial, con capital
en Tarraco (Tarragona).
B.
Lusitania: provincia imperial, con
capital en Emérita Augusta (Mérida).
C.
Bética: provincia senatorial, con capital
en Corduba (Córdoba).
Por otra parte, los romanos extendieron por Hispania su red de calzadas,
que conectaban las provincias entre sí, permitían los desplazamientos rápidos
de los ejércitos y facilitaban las relaciones comerciales entre las ciudades de
Hispania y del resto del imperio.
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